domingo, 17 de enero de 2010

La Comodificación


Entre las diferencias de la industria del turismo con otras industrias está el hecho que el producto es inseparable del lugar donde es producido. El cliente debe viajar al lugar para consumirlo y no puede llevarlo a casa.

Como consecuencia de este tipo de consumo, se da la comodificación. Una palabra nueva para mi y seguro para muchos ustedes. La definición de comodificación según Cooper et. al. Es ‘cuando las demandas del turismo llevan a la mutación y algunas veces destrucción del significado cultural de las tradiciones y eventos’. Se da cuando los turistas tienen diferentes expectativas sobre los residentes locales y esto puede resultar en cambio de costumbres, actos religiosos y tradiciones para satisfacer los gustos del turista. También conocido como ‘reconstructed ethnicity’ es un tema de análisis para otras ciencias como la antropología.

Hemos visto, y no nos es ajeno que en Guatemala, las artesanías, ceremonias y rituales son muchas veces explotados y hechos con tata frecuencia que pierden su significado original. Más color, más dramático y 'mejor' que antes para poder capturar la atención de quien lo consume: el turista – quien muchas veces no tiene suficiente información para valorar el original como algo atractivo.

Ejemplos son los bailarines de limbo en el Caribe, la cara de Bob Marley en artesanías de Jamaica, bolsas modernas con tela típica, muñequitas de sueños que no tienen nada que ver con costumbres mayas, barriletes de Sumpango modernos, ceremonia maya en inglés, pantalones típicos, interpretaciones y ceremonias inventadas para el 2012, etc.

Estos ejemplos dan a conocer que la “cultura” se vuelve un producto para transacciones monetarias y pierden el significado original. Por el contrario, en algunas ocasiones, el turismo hace que las costumbres permanezcan y crezca el orgullo de ser chapín.

Las consecuencias de la comodificación es que los precios del producto bajan. Estas bajas, aunque benefician al turista, reducen rendimiento y forman un reto para los encargados en mercadear el destino, donde mayor mercadeo y mayor gasto es necesario para mantener motivados a los turistas.

viernes, 8 de enero de 2010

La ex- guía


Bastante ignorante sobre las instituciones que brindan educación en mi país, mi papá me acompaño en el 2005 al INTECAP. El me explico cómo funciona este instituto y me presentó donde yo debía recibir clases por 1 ano sobre mi materia favorita. Ese día me cambio la vida.

Con mis companeros recibimos clases Folklore, Historia de Guatemala, antropología, epigrafía, arqueología, Literatura, Primeros Auxilios, mapas, rutas, regiones, etc. Mi mejor profesor fue Rodolfo. Una enciclopedia y habilidad increible para poder transmitir el mensaje.

En arqueología tuvimos a un arqueólogo de la UVG, Tomás Barrientos. Tomás me presentó a los Mayas. Algo que siempre había escuchado hablar pero nunca los había estudiado. Ahora entiendo cuando me hablan del pre-clásico, clásico temprano (medio y tardío) y post clásico. Me ensenó que 1 día entero no es suficiente en Tikal (aunque se empiece a las 6am esperando que abran el parque y se termine a las 7pm con linterna en mano viendo glifos).

- El INTECAP es gratis -

Ser guía de turismo en mi país me cambio la vida. Podía dar clases de historia, de cultura – no en una clase de universidad – sino con el ejemplo vivo a mis espaldas. Vi las bocas abiertas de los turistas, respondí preguntas, hice que la gente se preguntara sobre la humanidad. Y posiblemente, tuve la oportunidad de cambiar la vida de alguien para bien.

Recuerdo una familia que llego a pescar. Una familia de padre y madre con mucha plata que mando a sus hijos a internados desde muy pequeños. Por un desperfecto de reservación y temporada alta el hotel solo tenía 1 habitación con cuatro camas. El padre estaba furioso. Me dijo: – Annie, yo no quiero dormir con mis hijos -. Al terminar 4 días, unos cuantos pez vela y dormir 3 noches en la misma habitación, era tiempo de moverse a Antigua. El helicóptero llego por nosotros y antes de partir me dijo: -Annie, puedes cambiar la reservación en Antigua? Queremos cuarto compartido. – Fue uno de los turistas que mas propina me ha dejado. La mamá me dejo un abrazo y me dio las gracias por hacer algo imposible. – todo por un error de reservación.

No sé si sea por la combinación que hacemos los dos o si de verdad es bueno (jajaja). Pero he guiado un par de veces con él y han sido los mejores grupos. Kristofer Gruner me enseño como hacer llorar a un grupo de 22 personas, a como meterle sentimiento a la iglesia de Chichicastenango a puras candelas y cómo un chiste puede hacer reír a un grupo de 40 viejitos bajados de crucero. Me enseno los ‘trucos’ de los guías y cómo puede de ser divertido de la espera de 1 hora en la CA-1 para que den paso. A ti, gracias!

Alfredo – una leyenda del transporte. Alguien que me enseño lo que es darle una bienvenida al turista, el efecto de un chiste o una historia y sobre todo lo que significa la eficiencia. Gracias por salvarme la vida frente a turistas sobre datos que yo no sabía. También aprendí lo corta que es la Roosevelt cuando se va tarde al aeropuerto así como lo bien que sabe una Gallo en una caseta de playa publica después de un día de trabajo.

Otro guía que agradezco es a Jose Antonio González. Quien me presentó este mundo. Un gato con botas que se parece a Indiana Jones con un charm que ninguna otra persona tiene. Puede enamorar a cualquier DIVA, y es un guía explorador certificado internacionalmente por un señor llamado Andrew Harper. Gracias!

Ser guía ha sido una de las bendiciones de mi vida. Pero también no ha sido fácil. Lo volvería a hacer solamente por gusto. A los 27 años, anos cuando todas mis amigas se estaban casando, me perdí de bodas, despedidas de solteras, cumpleaños y almuerzos familiares. Cultivé 10 libras de comida de Katok, Fonda de la Calle Real y Posada de Santo Tomás (que 2 años después las sigo llevando a pasear). Y no falta el cigarrito diario para socializar con los demás guías. Me ha costado dejarlo.

De todos modos lo volvería a hacer – sin el cigarrito y con ensaladas en los restaurantes ;) Ahora quiero un escritorio, una computadora, un horario y fines de semana.

Saludos, La ex – Guia de Turismo.